Mejor en verde

He tenido un intento frustrado de cambiarle la plantilla al blog, pero está claro que el tiempo no lo permitía. Aparte de perder todos los blogs y tener que meterlos a mano, he estado una semana sin meterme porque no ver la plantilla que le había puesto; no hace el frío necesario como para poner un bosque lluvioso, por mucho que me empeñe en que estamos a finales de octubre y debería hacer frío. Coño, que haga frío de una vez, que salgo a la calle en manga corta en pleno 27 de octubre!!!!! Fucking global warming >:(

Este finde he tenido un susto que afortunadamente se ha quedado en nada, pero el giñote no me lo quita nadie. Tras una operación laser, ver un punto negro en el ojo derecho no debe ser muy bueno que digamos. Y menos cuando llamo a la clínica que me operó para pedir cita al día siguiente, y cuando le cuento lo que me pasa a la recepcionista, me da cita para YA. Pues el miedo va en aumento.

Afortunadamente no es nada grave, un coágulo del humor vítreo que se reabsorverá en brevas (e higos), o al menos eso espero.

El cuerpo del innombrable (Dwingvatt) pasó aduanas y ya está en Spain (wiiiiii) pero roto, así que tendré que esperar a que luts me reponga la pieza rota. Mejor, así me da tiempo a seguir haciendo rastas, que hasta que rellene el molodro de un SSD necesito rastas paburrir. Qué bonito es hacer rastas escuchando raggasonic, como que me inspira más y todo XD

La última novedad es que salió el disco de Rammstein.... no tengo palabras. La espera mereció la pena, es el mejor disco que han sacado desde el Mutter, y eso que me gustaron los otros dos posteriores, pero este es que no hay canción que me deje indiferente. Hasta tienen un tema en el que hablan del monstruo de Austria, aquel señor que encerró a su hija durante 24 años en el sótano de su casa. "Wiener blut". El que quiera entender, que entienda.
Además me siento orgullosa porque las clases de alemán están dando sus frutos y entiendo la mayoría de las canciones, no todo lo que dicen (ni de coña) pero sí pillo el mensaje. Y me hace ilusión.

Quién fuera postre...