Tiempos frenéticos

Se acerca el final de todo, y aún no he terminado nada. Hoy me despido de Molinare, no sé si para siempre o sólo será un "hasta luego", pero me da pena justo ahora que estaba entrando mucho trabajo y yo estaba aprendiendo mogollón, por eso me siento como mi formación ahí se hubiera quedado incompleta.
Además este lunes tengo que entregar la parte de modelado del proyecto de la universidad, por lo que, como bien ha dicho Bea, "despedíos de vuestra vida social". Como si tuviera mucha. Exceptuando ayer que fui al concierto de Idioterne (pero qué grandes son, madre!!!), así que ya he cumplido para todo el finde. Odio el Sketchup. Odio modelar. A ver si se acaba esto ya de una vez, entregamos el proyecto, lo presentamos y nos vamos a nuestra casa a hacer lo que más nos guste.
Aparte, el exámen del CAP es YA, el sábado 17. Lo llevo bien, pero no hay exámen al que no haya ido con miedo. Me he saltado unos cuantos temas y aún me queda el último libro, que es el más finito, pero no quita que siga siendo un coñazo. Después de eso, escribir la memoria, y después, esperar. Y en caso de aprobar, a estudiar las oposiciones.

Sabes... Por un lado me da mucho miedo tener mi vida tan planeada. No dejo mucho tiempo para viajes de varios meses o pérdidas en el culo del mundo para encontrarme a mí misma... Es lo que hay que hacer y toca hacerlo. Pero las cosas me han ido tan mal hasta ahora que no sé ni lo que quiero, así que me dejo llevar por las mejores ideas que me rodean y me siento tan evanescente como el humo. Creo que ni siquiera se nota si estoy ahí. Be water, my friend. Y una mierda.