Gris cerebral

Según mis apuntes sobre teoría de cómo vemos químicamente el color, el gris cerebral es el color que vemos cuando cerramos los ojos y en vez de percibir luz, vemos los colores de los estímulos eléctricos del cerebro. No es negro, ni es gris exacto, ni es ningún color, es gris cerebral. Me gusta cómo suena. Es el color que más veo últimamente, pues no paro de cerrar los ojos y tratar de pasar de todo. Un mes sin actualizar el blog y empiezo con el mismo color del cielo, que no para de llover, y llover...
Estoy cansada de las japonesadas, de ver y oír que japón es lo más guay del mundo mundial, que todo lo que hacen mola mil y sobre todo... estoy hasta los huevos de kawai, ne, baka y mariko. Tu padre.
La gente no se da cuenta de que los conejitos rosas, los pastelitos y los pololos son cursis per sé? No, claro, como lo llevan las lolitolais ya es súper kawai, ne? Ah, y el rollito de artista de j-rock súper chungo-tengo-un-pasado-horrible-me-puse-hasta-el-culo-y-tuve-un-rollo-con-el-guitarra me saca de quicio. Personalmente, me parecen personajes clichés de los que he visto en tantos y tantos mangas que es una pena ver unas fotos que son una maravilla para descubrir que la historia es insulsa, típica y aburrrrrrida hasta decir basta. Una decepción de las gordas.

El problema es el de siempre: cuando se descontextualizan las cosas, dejan de ser interesantes, o al menos cuando no se llevan correctamente. Caemos en la mera imitación y el querer y no poder. Y es una pena, porque hay gente que tiene realmente mucho que contar y se queda en el primer escalón.

Esta entrada viene a que me he estado dando un repaso por los foros y tras entrar en algunas galerías, las he cerrado porque lo japonés me ha invadido. Que si, que los muñecos son orientales y los nombres japos como yuki, kirogoshi, kuchipachi y akikofonendo molan que te cagas, pero esto ya es agobiante, mires donde mires sólo hay manga, manga, manga, Tokio está de moda, visual kei es la ley. La globalización no es sólo cosa de mickey mouse y ronald mcdonald, pero quien no quiere ver...